Dentro del sector periodístico, se está viviendo un momento
complicado. Los informadores profesionales debemos salir de la
facultad preparados, dispuestos y con una gran iniciativa si no
queremos que nos dejen en la estacada. Formarnos por nuestra cuenta
es fundamental hoy en día para tener un "curriculum" antes incluso de
empezar a ejercer como periodistas en un medio de comunicación.
Viendo esta situación, varios estudiantes de Periodismo de la UPV/EHU debatieron sobre su futuro. Cuestiones que antes no parecían tener
importancia ahora nos quitan el sueño: ¿terminarán siendo
realmente los ciudadanos una competencia para nosotros?
Como pudieron observar, el dinero que se paga a los periodistas freelance muchas veces no es tanto como el que se piensa. Lo que vieron fue lo que actualmente paga la Agencia EFE: desde 7€ que costaría una noticia nacional hasta un video editado, por el que pueden darles alrededor de 80€. Ante estas cifras se plantearon alternativas como la creación de un nuevo medio de comunicación, con el que seguramente fuese más probable tener un sueldo decente.
Además, la participación de los ciudadanos dentro del periodismo siempre ha estado presente desde la prensa en papel y, como señala Ignacio Escolar, director de eldiario.es, esta prensa no tiene mucho futuro. Por tanto,
estas intervenciones de los ciudadanos han pasado a otro campo y han aumentado gracias a las nuevas tecnologías
que facilitan la difusión de información, más concretamente
Internet, con plataformas sociales como Twitter, Facebook, e incluso
cantidad de Blogs en los que escriben ciudadanos corrientes, y son leídos como si de periodistas se tratasen.
Hoy en día no solo los
periodistas se dedican a escribir información.
Según José Luis Orihuela, la comunicación pública que hacen los ciudadanos al margen de los "medios de masas" no se puede llamar periodismo. Aun así, en esta era tecnológica, todos los ciudadanos tienen a su alcance
las herramientas para escribir sus propias informaciones y además, leer, ver y oír cualquier noticia que les
interese, por lo que se auto-abastecen de ellas sin importar quién
escriba, mientras sea de su gusto.
Servirse de esta “comunicación ciudadana” puede limar
asperezas para que, de esa manera, los periodistas no nos veamos tan
amenazados por esta ola de informadores digitales. Lo que se debería
hacer con estos periodistas amateur, es tomarlos como referente
e incluso como fuente, ya que pueden servirnos de gran ayuda para
redactar y completar informaciones que quizás nosotros solos no
podríamos abarcar. De todas formas, siempre quedará crear un medio de comunicación nuevo.
